China, 1897
En el siglo XIX China se encontraba en un estado de profunda decadencia. La masa campesina, la gran mayoría del país, vivía en un estado de gran pobreza. El estado estaba en manos de la dinastía Qing desde mediados del siglo XVII, pero gran parte del territorio estaba fuera del control estatal, dominadas por bandidos. Las comunicaciones eran pésimas y cada aldea vivía encerrada en sí misma. Igual que Japón, China vivía en un completo aislamiento respecto a occidente, hasta que estalló la "Guerra del Opio" contra Gran Bretaña.
China, 1898
Los comerciantes ingleses de Cantón habían conseguido un próspero negocio vendiendo por el sur de China el opio que traían de la India. Las autoridades chinas trataron de impedir el tráfico de esta droga, que causaba un gran daño moral y físico entre su población. Los ingleses no accedieron y empeoraron las relaciones entre los dos estados hasta llegar a la guerra de 1839. La guerra duró tres años y terminó con la victoria inglesa. China fue obligada a ceder Hong Kong a Gran Bretaña y a concederle grandes ventajas comerciales.
Otras potencias occidentales obligaron a China a realizar concesiones comerciales.en los puertos. Aunque en China hubo movimientos reformadores que intentaron cambiar las cosas, prevaleció una actitud de desprecio por los occidentales y de inmovilismo. Pero una rebelión interna que se desarrolló en el centro y sur del país (rebelión Taiping) obligó al gobierno a facilitar más la penetración extranjera.
China, 1894
En 1894 estalló una guerra entre China y Japón por el control de la península de Corea. La derrota china favoreció la independencia de corea, que entró en la órbita de Japón.
A finales del siglo XIX e inicios del XX, los extranjeros, entre ellos los misioneros, fueron atacados por miembros de una sociedad nacionalista, los "boxers". Las embajadas de los países occidentales en Pekin fueron asediadas por las masas. Las tropas extranjeras actuaron conjuntamente, consiguiendo dominar la rebelión boxer. China fue obligada a pagar fuertes indemnizaciones y a permitir la instalación de tropas extranjeras en su territorio.
Sun Yat Sen, 1931
Esta situación provocó el desprestigio de la dinastía Qing. La oposición a la monarquía surgió de la clase rica dedicada al comercio y la industria que había surgido en los puertos francos, sobre todo en Cantón y Shangai. Entre estas clases se formaron élites cultas de corte occidental que aprovecharon el resentimiento popular para crear un poderoso movimiento nacional. Entre los reformistas destacaba Sun Yat Sen, fundador del Kuomintang (Partido Nacionalista Popular), que en 1912 obligó a abdicar al último emperador manchú, Pu-Yi, y proclamó la República.
China, 1913
Sun Yat Sen, 1949
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