La presidencia de John F. Kennedy (1961-1963)

Kennedy, héroe de guerra influido por la pasión política de su familia, llegó al poder tras ganar las elecciones presidenciales de 1960 por un corto margen de votos (unos 100.000) y gracias a su mejor imagen televisiva que el otro candidato: Nixon. Ya en su discurso de toma de posesión (20 de enero de 1961) destacó los peligros de la guerra nuclear y la necesidad de llegar a un acuerdo entre las superpotencias bajo pautas de coexistencia y respeto mutuo. Aquella postura fue una de las primeras novedades de un sorprendente presidente de joven imagen e innovadoras ideas, asesorado además por un grupo de intelectuales de la universidad de Harvard. Todo parecía nuevo en EE.UU. con la llegada de Kennedy. Su proyección pública dentro y fuera del país le hizo acreedor de una enorme popularidad.

Su programa estaba basado en la Nueva Frontera: consistía en establecer otra misión límite en la historia americana. Si primero fue la conquista del Oeste y la doctrina Monroe, ahora no se trataría de abarcar nuevos espacios fronterizos sino de que los EE.UU. se comprometieran en la resolución de los problemas del mundo. el hambre, la integración racial, las relaciones con los países subdesarrollados,  y con Latinoamérica, serían algunas de las cuestiones en las que había que intervenir. Sus entrevistas con los líderes negros (Luther King) y su apoyo a la constitución de la Alianza para el Progreso (agosto de 1961) son claros exponentes del giro de la política de EE.UU.

Por lo que se refiere a la guerra fría y a sus relaciones con el bloque comunista, Kennedy rompió con las posturas más radicales. El maniqueismo mundo libre-amenaza comunista fue sustituido por una política de entendimiento y pacto con la URSS. Esta política no fue aceptada por los sectores más intransigentes del republicanismo norteamericano ni recibió una correcta interpretación por parte de los soviéticos, que creyeron ver una debilidad y una oportunidad para ampliar su área de influencia.  el hecho de que se atrevieran a instalar misiles nucleares en Cuba respondió a esa confianza en que el presidente Kennedy no iba a reaccionar.

Lo que confirió caracteres míticos a Kennedy fue su asesinato en Dallas el 22 de noviembre de 1963. Casi tres años duró su mandato. Esta trágica desaparición y el no tener tiempo a sufrir un desgaste de su imagen  le convirtieron en un héroe mártir, algo de lo que es muy amiga la sociedad americana.

Así y todo, hay que reconocer la profundidad de los contenidos del programa de Kennedy, muy superior a los de sus antecesores. No en vano, el General De Gaulle, presidente entonces de Francia, comentó: "Truman demostró que cualquier americano puede ser presidente; Eisenhower, que el país puede pasar sin presidente; y Kennedy, que era muy peligroso tener un presidente inteligente".

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KENNEDY EN LA FILATELIA MUNDIAL.

Prueba de la popularidad mundial de Kennedy es el hecho de que quizás sea uno de los personajes del siglo XX que aparece en las emisiones de mayor cantidad de países: Alemania, Antigua, Argentina, Bélgica, Benín, Bhután, Bolivia, Burkina Faso, Burundi,  Camboya, Camerún, Rep. Centroafricana, Chad, Colombia, Rep. Dem. del Congo, Costa de Marfil,  Costa Rica, Checoslovaquia, Chipre, Dominica, Rep. Dominicana, Dubay, Ecuador, El Salvador, Filipinas, Gambia, Ghana, Granada, Guatemala, Guinea, Guyana, honduras, Irlanda, Jordania, Liberia, Islas Maldivas, Mali, Malta, Mauritania, México, Mónaco, Mongolia, Mozambique, Nicaragua, Niger, Nigeria, Panamá, Paraguay, Qatar, Ruanda, Santa Lucía, San vicente, San Marino, Senegal, Seychelles, Sierra Leona, Tanzania, Togo Uganda, Venezuela y Yemen, además de, por supuesto, EE.UU.